Jugador Psicológico

Jugador Psicológico
Una foto que me encontré que hace referencia a videojuegos Microsoft, Sony y Nintendo

jueves, 29 de octubre de 2015

La psicología de los videojuegos

Este tema será algo simple, ¿por qué puse ese título? Porque los personajes, los escenarios y demás crean una atmósfera tranquila o te altera, así como lo he mencionado en otras publicaciones, eso genera un comportamiento, sentimiento o emoción por la música instrumental, y alguna vez nos ha pasado por la mente: son lindos esos escenarios, la forma en que desarrollan esto es impresionante.


También nos vamos por el lado de como se van desarrollando los personajes a lo largo de la historia, y claro que hay mucha psicología en esa parte del videojuego, para quienes somos observadores, nos damos cuenta que existen ciertos factores que influyen a que el personaje actúe de esa manera, entonces decide convertirse en esto y en este otro con el fin de llevar a cabo una venganza u otro logro, dependiendo de la personalidad del personaje y del ambiente donde se desarrolle este personaje.


Otro dato sobre este tema, muchos que jugamos este tipo de videojuego, tenemos diferentes conductas y la parte en que utilizamos la sublimación en los videojuegos es claro de que tenemos una frustración con esta parte de nosotros, y en algunas ocasiones nos proyectamos por este medio, o simplemente lo hacemos porque es parte del videojuego.

Teoría estructural del aparato mental: el "ello", el "yo" y el "superyó"

El ello es la reserva de energía psiquíca inconsciente que lucha constantemente por satisfacer los impulsos básicos de supervivencia, reproducción y agresividad. El ello opera según el principio de placer: si la realidad no lo restringe, busca la gratificación inmediata.

El yo opera sobre el principio de realidad: busca gratificar los impulsos del ello de modo realista que le aportará más un placer a largo plazo que dolor o destrucción. (imaginemos que sucedería si, por falta de un "yo", expresáramos nuestros impulsos sexuales o agresivos sin represión alguna en cualquier momento que lo sintiéramos). El yo contiene percepciones, pensamientos, juicios y recuerdos parcialmente conscientes.


El superyó es la voz de la conciencia que obliga al yo a considerar no sólo lo real sino también lo ideal, y que se centra en cómo debemos comportarnos. El superyó anhela la perfección, juzgando las acciones y produciendo sentimientos positivos de orgullo o negativos de culpa. Una persona con un superyó excepcionalmente puede ser virtuoso, aunque, irónicamente, se sentirá culpable; otro con un superyó débil se acostumbrará a ser autoindulgente y carente de remordimientos.